RECUERDOS DE UN AMOR
Hoy lo hice.
Toda esperanza tiene un límite
y el mío se cumplió hoy.
4428 folios, que se dice pronto.
La historia documentada de un amor
o algo que apuntaba a un amor.
Un amor que parecía especial...
4428 folios, a doble cara.
Sus mensajes por ordenador.
Mis mensajes por ordenador.
Decenas de miles de palabras
surcaron los mares de internet
para llegar a puerto justo hoy.
Al puerto del adiós definitivo.
4428 folios, con letra pequeñita
para no desbordar el armario.
Dos corazones dedicándose
unos pocos años de brillantez
y el triple de oscuridad total.
Un corazón permaneció fiel,
el otro se vistió de mentiras
y se convirtió en una piedra.
4428 folios en pos de un sueño
que terminó derrumbándose.
Material suficiente para doce tomos
de una de esas series románticas
que entusiasman a los que aman,
a los que de verdad aprecian
un amor noble y entregado.
4428 folios bien ordenados,
por fecha, con meticulosidad,
dibujos incluidos, con dedicatorias,
incluso con aquellas charlas
del desaparecido mesenger
que parecían acercarnos más aún.
¡Tantos días de incondicional entrega,
tantos días de incondicional cariño...!
Días que solo eran para ella,
horas volcado en hacerla feliz,
toda la jornada enfocada a amarla
y a lograr que se sintiera especial.
4428 folios que me apartaron
de las personas más cercanas
porque ella era mi prioridad.
Luego, más tiempo perdido aún
volcando esos mensajes del ordenador
al papel, para poder leerlos
(imaginaba que disfrutándolos)
y repasarlos en cualquier momento.
Tiempo perdido al corregirlos,
al colocar títulos y párrafos...
Dinero mal gastado en la copistería
y más tiempo perdido haciendo colas.
Todo ha sido perder, perder y perder...
¡Tanta entrega, tanto entusiasmo...
tantos años aguardando!
¿Aguardando qué? Del amor
al desprecio más descorazonador.
La insensibilidad más aterradora
bajo su grata apariencia de mujer.
Hoy lo hice.
He cogido esos 4428 folios
y he perdido varias horas más
para hacerlos pedacitos
y dificultar que alguien los lea.
Y cada folio roto en pedazos
ha eliminado los recuerdos,
los recuerdos de un amor
tan verdadero como trágico.
Hoy lo hice.
4428 folios convertidos
en bolsas de papeles desgarrados
que he tirado a la basura,
al contenedor de los sueños rotos.
Hoy lo hice.
Autor: JOSÉ RUIZ
