AMOR DE VERDAD
¡Lo tengo clarísimo!
Terminó la inútil etapa
de ser magnánimo
ante la ingratitud.
Mis sentidos, dolidos,
al fin han madurado.
Reclaman correspondencia.
Y sus filos son tajantes.
Atenderé a quien me atienda.
Escribiré a quien me escriba.
Pensaré en quien me piense.
Buscaré a quien me busque.
Adiós a martirizarme
confiando en el desprecio,
en el gesto más barato
que se arroja, en el barro
de las personas insensibles.
Para esas, rotundo silencio.
Dedicaré mi cariño
a quien de verdad lo aprecie,
a quien de verdad lo necesite
y lo reciba sonriente
entregando a cambio el suyo.
Es el principio de todo amor.
Y mi corazón solo quiere amor.
Autor: JOSÉ RUIZ