¡DUERME, MI NIÑO, DUERME...!
Dedicado a Lidia
¡Duerme, mi niño, duerme
que hace muy mal tiempo!
¡Duerme, mi niño, duerme
que ya jugarás luego!
¡Duerme, mi niño, duerme
mientras yo te sostengo!
¡Duerme, mi niño, duerme,
mama te da mil besos!
Autor: JOSÉ RUIZ
Hola José.
ResponderEliminarA veces tardo en pasar, pero cuando llego a tu espacio leo todo lo que puedo, tus letras todas, son llenas de un sentido de la realidad y muy profundas, hay muchos quijotes en la vida, el amor llega cuando menos te lo esperas del rincón que menos piensas, y si no es correspondido, te sientes como un auijote.
Ese sentimiento de impotencia hacia lo inevitable, también yo lo siento a diario, y duele.
Estas últimas letras son dulces como el amor incondicional de los padres por sus hijos.
Un abrazo.
Ambar.
¡Hola, Ámbar! Gracias por tus palabras y espero te gusten mis escritos.
ResponderEliminarSí, muchas veces escribo sobre cosas cotidianas, quizá pequeños momentos que se dan en el día a día pero que van configurando el futuro. Y bueno, algo personal se cuela a veces cuando uno escribe poesía.
Sobre lo que dices de la impotencia de lo inevitable, cuando uno no está a gusto con lo que tiene o con el entorno, aparece esa sensación de estar encajonado en un lugar que no le corresponde y eso causa mucha frustración.
De todas formas, te mando ánimos e intenta fijarte en lo que haya de bueno o positivo y ver si eso se puede potenciar para superar a lo malo. Y si hay que hacer algún cambio, pues se hace.
Y sí, trato de combinar los poemas tristes con algunos más alegres o al menos más tiernos.
Un abrazo y te deseo buena suerte.
Quise dulcificar en la medida de lo posible este momento, ofreciendo algo tierno frente a la violencia sin sentido.
ResponderEliminarEn el abrazo de una cariñosa madre sólo hay felicidad.