NEGACIONISTAS DE LA COVID

 
NEGACIONISTAS DE LA COVID

Los que mandan y deciden,
para desviar su responsabilidad,
señalan a quien no se quiere vacunar.
De ellos surge todo el mal.
Los acorralan (otro tipo de racismo)
y los presionan hasta que caen.
¿Cómo osan decidir por sí mismos?
Todos deben ser como esos borregos
que pacen en la terraza del bar
molestando sin parar.
Para ellos no son negacionistas
los vacunados que llenan las calles
sin llevar la mascarilla obligatoria.
Para ellos no son negacionistas
las autoridades que no multan
a quienes desfilan sin mascarilla.
Para ellos no son negacionistas
los alcaldes y concejales
que anteponen la fiesta a la salud.
Para ellos no son negacionistas
las autoridades locales
que llenan las calles con terrazas.
Para ellos no son negacionistas
los que manipulan cifras y datos
manejando la estadística a su antojo.
Para ellos no son negacionistas
los que no cuentan todos los fallecidos.
Para ellos no son negacionistas
los que dan fiesta al coronavirus
los fines de semana y no dan datos.
Para ellos no son negacionistas
los drogadictos del alcohol y la coca
con sus botellones donde les da la gana
mientras los de uniforme miran,
desde lejos, hasta que se largan.
Para ellos no son negacionistas
los que restan importancia a la pandemia
y acumulan ola tras ola, con miles de muertos.
Para ellos no son negacionistas
los que muestran las recuperaciones
pero esconden a los que sufren por secuelas.
Para ellos no son negacionistas
los que anuncian el fin de la pandemia
justo cuando más contagios se producen.
Para ellos no son negacionistas
los jueces que siempre tumban
las medidas de confinamiento,
las restricciones al desmadre descerebrado.
Todo enfocado a celebrar fiestas,
a seguir molestando con el ruido.
Necesitan culpables, desviar la atención
y seguir con sus vidas de lujo
en sus viviendas privilegiadas,
en sus calles donde nadie molesta
porque ya se cuidan ellos
de no autorizar allí ni una terraza.